LO QUE DICE EL ALCALDE " VIEJO " a mí me da igual

Os presento a los cuatro de la foto:

Procopio, el antiguo alcalde, que dejó de serlo hace, por lo menos, veinte años, pues emigró a Suiza y dejó la mujer y dos hijos en el pueblo. A los dos años volvió a buscarlos.

Y el cargo de alcalde, que, como no le daba nada, también lo dejó.

Hoy se dedica a contar historias de su estancia en ese país a todo el que quiera escuchárselas.

Historias de limpiezas de montes de pinos, historias de domingos trabajados toda la mañana y dedicados en la tarde a lavar la ropa con una lavadora vieja que compramos a unos italianos que se volvieron a su país.

El que está junto a Procopio es Avelino.

Avelino fué un bien " elemento " que se quedó en el pueblo y se casó con la hija del dueño de la gasolinera de Torresnuevas.

Era la época en que llegaban al pueblo nuevas máquinas : tractores, segadoras, trilladoras y, después, las cosechadoras.

Se compró una cosechadora que trabajaba " con el gasoil que robaba a los demás ", decía la gente.

La cosa es que Avelino se hizo rico con la gasolinera y el bar que montó al lado.

Hoy el negocio es de su hija, Serafina como su madre, guapa y trabajadora. Todavía soltera pero con muchos pretendientes.

El otro es Sinforoso, al que decimos Sinfo y que quiso ser torero y lo abandonó. Después quiso ser capataz de las carreteras de la Diputación y lo consiguió.

Hoy vive bien de jubilado , y, como es muy trabajador, tiene unos huertos alrededor del pueblo en los que cultiva de todo.

Os preguntaréis el porqué de que no escuche a Procopio.

Por tres razones : la primera porque es mi hermano; la segunda porque estuvimos juntos ventitrés años en Suiza; y la tercera porque hoy no llevo el aparato del oído, que lo tengo arreglándolo en la capital.

Foto  pimterest.es