LA VIDA ES MEJOR CON UN GATO

La mayoría de mis amigos extranjeros que viven en un chalet o, incluso, en un " adosado " tienen como compañía a miembros del género felino.

He conocido a familias extranjeras que se han gastado mucho dinero en alimentar a " gatos sin nombre y sin dueño ".

Los españoles somos más aficionados a tener en los chalets la compañía de varios perros.

Hoy me he encontrado con un " viejo " amigo holandés que " cada tarde acudo con mi bicicleta a llevar la cena a un grupo de gatos que se reúnen en el carrer Gafarró y, una vez satisfechas sus necesidades alimenticias, se desperdigan por toda la ladera de la Serra Gelada ", me ha comentado.

- ¿ De dónde le viene ese amor a los gatos ?, le he preguntado.

- En mi casa, en el campo, siempre tuvimos gatos porque vivíamos junto a un canal y eran abundantes las ratas de agua. A mí me daban mucho miedo y en mi habitación dormían siempre dos o tres gatos. Eran mis guardianes. 

Cuando me ha llegado esta foto, se la he mostrado a un amigo policía local en una gran ciudad mediterránea y, sonriendo, me ha dicho " yo no multaría al ciclista por si se enfada el felino . . . ¿ A quién debo entregar la copia de la denuncia ?. ¿ Al gato ?. ¿ Y si se enfada . . . ?

Foto pinterest.es