LEER EN LA CALLE
A Benja - se llamaba Benjamín " porque soy el más pequeño de once hermanos y a mis padres le gustó ese nombre, que se le ocurrió a D. Daniel, el cura del pueblo - pues, como decía, a Benja le gustaba leer desde niño.
Siempre soñó con ser escritor.
D. Daniel, el párroco, y D. Nazario, el maestro, le dijeron que leyera mucho para ser un buen escritor.
Y Benja les hizo caso. Libro que caía en sus manos, libro que leía.
A los once años se marchó a estudiar a un Colegio de frailes, aunque " yo nunca tuve muy claro que quería ser fraile y, menos, sacerdote ".
En el Colegio aprendió latín y griego, pero un día se cansó y " le dije al Prior del convento que aquella vida no era para mí. Y me volví a mi casa "´
En el convento aprendió a trabajar entre libros y, " al salir del convento, me presenté para ser cartero y aprobé porque yo escribía muy bien y sin faltas de ortografía. Fuí cartero nueve años."
Un día se metió a trabajar en un Banco, de botones. " Allí estaba muy bien y ganaba un buen sueldo y sólo trabajaba por la mañana. Las tardes las dedicaba a leer en una biblioteca de la ciudad. Me leía novelas y novelas y novelas. Pero un día me cansé y dejé de leer."
Benja, se llamaba Benjamín, se aficionó al cine, " Y me pasaba las tardes en los cines de barrio. Hasta que me cansé del cine. Y aquel día me jubilaron y me volví a mi pueblo. Y aquí estoy ".
Foto pinterest.es
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