LA CALLEJA DE LA CUESTA

Cereceda se encuentra situada en lo alto de un cerro cercado por los ríos Yeltes y Cerezo, al que nosotros llamamos río Chico o río del Periquito.

La única forma de llegar a algunos huertos - pejugales por su pequeñez - es mediante las callejas.

La calleja de la Cuesta es estrecha y en cuesta, como indica su nombre. El medio de llevar el estiércol hasta los huertos de la zona son los serones y la burra. Otras veces se llevaba en cestos, algunos sobre la cabeza de la dueña o al cuadril.

En la calleja de la Cuesta tenía mi abuela dos huertos. Eran pequeños y tenían paredes para sostener la tierra. Uno de ellos ni siquiera tenía portera para entrar a él.

Ese huerto tenía un método de acceso, abundante en los huertos del pueblo, consistente en poner unas pizarras que atraviesan la pared y tienen un saliente a cada lado. Eran peldaños por los que se subía por un lado a la pared y se bajaba por el otro.

Cuando yo iba a esos huertos con mi abuela, le ayudaba a poner la cesta con patatas, frejones o cebollas encima de las " cuberteras " de la pared y luego subía por la escalera de pizarra de un lado y me bajaba por el otro lado.

Esa calleja era mala en invierno pues tenía hielo, y era mala el resto del año porque las piedras sueltas eran abundantes. 

Por esa calleja, que partía de la carretera de entrada al pueblo por el barrio de La Esquina, se bajaba al río Yeltes. Mi tío Horacio pidió al Ayuntamiento en varias ocasiones que echaran una capa de hormigón, pero la solución era " hacer unos cuantos peldaños amplios y poco inclinados. Así personas y animales podrían pasar por ella, aunque fuera cargados con patatas, alubias, remolachas o estiércol."

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