ESO ME DA MALA ESPINA
Era una frase muy " socorrida " entre las " gatas " del pueblo.
La expresión nos indica que debemos estar alerta pues presagiamos que algo irá mal.
Se deriva de la Semana Santa, de la corona de espinas que colocan a Jesús. Es un adorno propio de los Reyes, pero la corona es productora de males, está formada por espinas.
- Ten cuidado con ese gitano que te quiere cambiar la burra por un burro grandote que parece muy bueno para el trabajo. Pero a mí me da mala espina ese burro. Tiene que tener algún defecto para que el " señor " Manolo te lo quiera cambiar " pelo a pelo." Ese era el tipo de comentario que hacían las gentes de las recuas de burros cuando el animal que ellos te ofrecían tenía algún defecto. Era el cambio de un animal por otro animal. En sus tratos a los " gitanos " les gustaba cambiar un burro por otro pero añadir al trato algún dinero. Tu burra, que está vieja y ya no te sirve por esta burra nueva y con buenos andares. " Échale ochenta reales y nos damos la mano ." Era una frase tipo del chalaneo asnal.
- No me gusta que el médico te haya dicho que sería conveniente que te viera un especialista de la capital, se decía en Cereceda cuando alguien caía enfermo y se le veía empeorar. Eso me da mala espina, porque al médico rural le " caían muy mal " los médicos de la capital, que " dicen que son eminencias, sólo porque tienen un aparato de rayos X ".
- La vaca Jarda no quiere comer, no ha probao la paja con garrobas, déjala sin ponerle agua, no vaya a ser que se haya templao de forraje. Me da mala espina que no quiera comer. Esa vaca se come to lo que le cae en la pesebrera, decía la " gata " a su marido, el Nicanor, que ya estaba pensando en llamar al tío Fael pa que la viera.
Éstas eran las espinas que daban mal dolor de cabeza a las " buenas gatas " de Cereceda.
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