LA TOSFERINA ( continuación )
Manifestaciones clínicas
Como veíamos puede afectar a pacientes de cualquier edad, aunque es especialmente grave en los primeros meses de la vida. El periodo de incubación oscila entre una y dos semanas. En sus inicios, la denominada fase catarral, caracterizada por rinorrea, escasa fiebre, inyección o hemorragia subconjuntival y tos de predominio nocturno, es cuando se inicia la inflamación traqueobronquial
La enfermedad tiene un comienzo insidioso indistinguible de otras muchas enfermedades respiratorias de carácter leve, presentando tos irritativa durante una o dos semanas Después el cuadro progresa hacia la fase paroxística, con accesos de tos contínuos e intensos, que pueden acompañarse de estridor inspiratorio final muy característico denominado " gallo " y de cianosis facial. Esta fase suele durar un mes o mes y medio.
En recién nacidos son frecuentes los episodios de apnea o falta de respiración con cianosis. Cuanto más pequeño es el niño más intensas son las crisis. De hecho la mayoría de ingresos hospitalarios se dan en pacientes menores de un año, y la mayor mortalidad se observa en menores de tres meses, debido a un cuadro conocido como tos ferina maligna, en el cual se produce fallo cardiorespiratorio con hipertensión pulmonar y muy acusada elevación de los glóbulos blancos o leucocitos en la sangre ( hiperleucocitosis ) . También pueden observarse complicaciones miocárdicas y neurológicas.
En el diagnóstico de la enfermedad presenta un papel muy importante la sospecha clínica. Cualquier acceso de tos continuada, especialmente de predominio nocturno, de más de dos semanas de duración ( o mucho menos tiempo en el caso de lactantes pequeños ) debe ser investigado como si de tos ferina se tratase.
La mortalidad ha disminuído del veinte al tres por ciento entre los afectos, en gran medida gracias a la vacunación y a los tratamientos antibióticos.
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