miércoles, 5 de mayo de 2021

 ESCUSA



Rebaño de ovejas - también el cabrero tenía una pequeña " cabriá - que se permitían al pastor o al cabrero tener en el rebaño de su amo, o de sus amos, participando del mismo cuidado y alimento.

En Cereceda los pastores - en mis años de niñez había dos piaras de ovejas - tenían unas cuantas ovejas y corderos de su propiedad que estaban con las ovejas de los amos. Esas ovejas no pagaban machos y no entraban en los pagos generales. Algún año que yo acudí a la reunión de pastores del día de San Pedro, escuché hablar de si tenían derecho a " una noche de ovejas para estercar algún huerto " pero desconozco si tenían derecho o carecían de él.

Siempre me llamó la atención que en la piara de las ovejas hubiera unas cuantas cabras. Esas cabras caminaban más que las ovejas, se subían en las paredes para alcanzar los brotes tiernos de los árboles frutales de los huertos y permitían al pastor regresar a casa con una " cuerna " de leche. 

Eran las cabras del pastor que no iban a la " cabriá " con todas las cabras del pueblo. En Cereceda siempre hubo una sola " cabriá " para todos los amos.

Recuerdo que en alguna ocasión le pregunté al pastor por qué esas cabras eran especiales y no iban con todas las demás. " No pensarás que yo voy a pagar al cabrero porque guarde las mis cabras si yo estoy todo el día en el monte.

- Pero las cabras suben hasta lo alto de la sierra y las ovejas no, le dije yo.

- El mejor cabrero de las mis cabras es el dueño, sentenció.

Foto  google.com


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