SI NO LO VEO, NO LO CREO
Una señora " gata ", que emigró hace años de Cereceda, me envía algunos domingos un pequeño comentario al sermón del sacerdote que " dice la misa en esta iglesia ".
En ocasiones yo he escrito unas líneas sobre el comentario al tema.
Hoy me envía la frase: " Si no lo veo, no lo creo."
Es un texto del evangelio de San Juan 20 : 24 - 29.
Aprovecho para contar dos anécdotas referidas a este tema.
Cuando iniciamos el proyecto de restaurar el Retablo de la iglesia parroquial, yo me puse en contacto con algunos " gatos " para hablarles del proyecto y solicitarles su ayuda. La mayoría de personas " gatunas " con quienes contacté a través del teléfono o de emails me ofrecieron su apoyo con palabras de ánimo y con ofertas económicas.
Hubo un " gato ", que tras escuchar mis proyectos y hablarle del presupuesto que algunos restauradores nos habían ofrecido junto con el coste económico, me dijo la frase de Santo Tomás " Nachito, si no lo veo, no lo creo ", y añadía otras frases sobre las ocasiones en las que Serafín, " gato " y sacerdote, enamorado de " el su pueblo ", había dicho, desde el altar y en las calles, que iba a comenzar a restaurar el Retablo de la iglesia.
Cuando vio la obra de la iglesia, me dijo sonriendo " Nachito, ahora lo veo y lo creo. " Su aportación económica fué espléndida.
La segunda anécdota se refiere a la aportación económica de una " gata " de adopción que al hacerla me dijo : " Mi marido no estaba muy seguro de que harías la obra. Ahora que ya la ha visto, me ha dicho que te dé una buena ayuda ". Así fué. Entregó una " buena " cantidad para pagar la restauración.
En el siglo XXI ( año 2.009 ) continúan existiendo personas que dicen como Tomás " Si no lo veo, no lo creo."
Foto Google.com
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