jueves, 14 de abril de 2022

 LA PATATA LE DIJO AL LABRADOR : aunque me siembres en marzo o aunque me siembres en 

                                                                     abril, hasta finales de mayo no pienso salir.   




     

Este refrán me lo dijo el señor Modesto, que era tío " carnal " de mi madre y, por razón de herencias, tenía un linar a las Canalejas, junto al de mis padres, y otro a las Dos Cerrás.

Todos los años coincidíamos allí el día de la siembra de las patatas, pues las fincas carecían de separación de pared. Un vado separaba una propiedad de la otra y, como había que hacer  los surcos con la pareja de vacas, era obligatorio ponerse de acuerdo a la hora de sembrar las patatas.

Mi padre no tenía una fecha fijada por la luna ni por el sol a la hora de la siembra de las patatas, sino que era el señor Modesto, que vivía unos metros más arriba en la calle Larga, quien marcaba el día de siembra.

Él fué la persona que me enseñó ese refrán y que yo aprendí de memoria.

Las patatas en Cereceda se sembraban " alredor " de San Marcos " a no ser que el año fuera mu seco y se enterraban antes de que la tierra perdiera la humedad."

Después de sembrarlas había que ir un día con el rastro de dientes de hierro a rastrearlas para  romper la capa dura de los surcos, endurecida por las heladas, y de esa forma conseguir que las patatas nacieran.

A mí me gustaba ir un día entero a las Dos Cerrás y otro día entero a las Canalejas a sembrar patatas porque eran " otros dos días sin escuela, ni por la mañana ni por la tarde ", más otras dos tardes que había que ir a rastrillar la patatas.

Como decía D. Juan, el médico " no sé cómo los muchachos de este pueblo no salen todos unos burros, si, un día con las ovejas, otro a sacudir raíces, otro a sembrar patatas y otro a juntar hoja, en cuanto sirven para algo, no van a la escuela."


Foto  Google.com


No hay comentarios:

Publicar un comentario