SI NO SIEGAS EN EL MES DE LA SIEGA, viene el demonio y te la lleva.

En Cereceda la siega duraba un mes : desde el 15 de Junio que se empezaba con las " cebás " porque la cebada era más temprana que el trigo hasta el 18 de Julio que acabábamos la siega con las suertes de Valcabrero, la zona de tierras más tardías.

Algunos años trillábamos la cebada, la limpiábamos y la encerrábamos en casa, y los trigos todavía estaban " de pie " en las tierras.

Cuando los trigos se secaban, había que segar de día y de noche, porque " si no siegas en el mes de la siega, vienen las tormentas y se llevan la cosecha." decían todos los " gatos."

La tormenta que aparecía desde la cuenca del Duero, por el río Yeltes arriba, se anunciaba cuando estaba en La Puebla.

Se dejaban las hoces, se ataban las gavillas, se juntaban los haces en pequeñas hacinas para proteger las espigas del granizo, y a esperar. A esperar que pasara la tormenta y seguir con la siega.

Muchas veces la tormenta sólo traía truenos y relámpagos, pero ni una gota de agua ni granizo. Entonces todos nos preguntábamos " ¿ dónde ha descargao la tormenta ? ". El pueblo en el que descargaba la tormenta veía llegar la desgracia sin que pudiera evitarla.

Con los trigos segaos y los haces amontonados en hacinas en las Eras, la tormenta era más benigna. Se abarañaban las parvas, se esperaba que calentara el sol y se volvía a extender el bálago. Los trillos volvían a resbalar sobre las pajas y los granos se desprendían de las espigas.

- Segamos antes del 18 de Julio, descansamos el día de Santiago y la Fiesta de La Alberca nos ha pillao con las parvas trillás. Ya no hay prisa porque pa la Virgen de La Peña habremos acabao de Eras.

Ese calendario era el único válido en el verano de la Cereceda de mi niñez.

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