LA MAMÁ A LA PUERTA
El pastor volvía al pueblo al atardecer cargado de corderines.
Este pastor ha encontrado un hueco en un árbol y allí, como si fuera una casa, ha metido al corderín.
La madre se ha quedado de vigilante y no permitirá que nadie se acerque a su cría.
Era muy corriente que hubiera robles - eran los árboles que había en el término municipal de Cereceda - que tuvieran una abertura y un hueco.
He visto huecos en los nogales y en los castaños.
En algunos castaños se escondían o se refugiaban los muchachos cuando llovía.
A la llegada del rebaño, el pastor avisaba a los dueños de las ovejas del lugar donde las había dejado. bien con el corderín o bien en el momento del parto.
Yo fuí algunas veces con mi padre y un farol a buscar ovejas y corderines hasta más allá del Valle Trigal, en noches de frío o de aguanieve.
Foto pinterest.es
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