PRESTAR MIS ZAPATOS
Tengo un amigo viajero que en sus años " mozos " tenía la " manía " - según su madre - de coger la mochila y largarse sin rumbo a cualquier parte del planeta Tierra.
A la vuelta, siempre regresaba contento y con miles de historias para contar.
- No puede ser que te hayas recorrido tantos kilómetros en los ocho días que has estado de viaje, le decía algún amigo, de los que adoran el sofá.
- Me parecen muchos kilómetros los que has hecho por ese río, añadía otro.
- Tu ruta es bonita sobre el mapa, pero no creo que la hayas llevado a cabo, le reprochaba otro amigo.
- Explícanos cómo pueden tus pies resistir tantos kilómetros sin que te salgan ampollas. le exigía alguno del corro en el que contaba " sus andanzas de caballero con mochila ".
Yo, que he sido montañero en mis años mozos, le ofrecí un " flotador " y un cabo al que agarrarse para contestar.
Enséñale tus zapatos y dile:
- Pregúntale a mis zapatos. Ellos te podrán hablar de los caminos que hemos recorrido juntos. Si tú quieres recorrerlos, yo te presto mis zapatos.
Foto Google.com
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