A REAL Y MEDIA MANTA
Se decía la frase para indicar la falta de riqueza de una persona. Porque un real equivalía a 25 céntimos de peseta y " media manta " se suponía que era porque carecía de dinero para comprar una manta entera.
" Si anda a real y media manta " la escuché en el bar a un viajante que procedía de las sierras de Ávila y me contaba cosas de toda España, pues, con su bicicleta era capaz de recorrer entre la primavera y el verano media España.
Jamás puse en duda su palabra aunque desconocía cuál era la media España que recorría y cuál la media España que orillaba.
Una noche otro viajante me explicó que Lolo, así lo llamaba él, era cobarde con los ríos : " nunca pasa ni el Duero ni el Ebro." Pero la España que está por debajo del Duero y por la parte derecha del río Ebro, se las conoce " como la palma de la mano."
Una noche se había desafiado con dos " gatos " a que sabía dónde estaba cualquier pueblo de Castilla la Vieja por el que le preguntaran. Un café y dos copas de aguardiente eran el importe de la apuesta.
Mi padre lo animaba para que se presentara a funcionario de Correos " porque usté se sabe dónde están todos los pueblos."
- Y también me sé de memoria todas las estaciones de tren desde Medina del Campo hasta Fuentes de Oñoro, en la Raya con Portugal. Yo viajo mucho en tren, Y mientras viajo aprovecho para vender mercadería a los viajeros.
A mí, que solamente había ido una vez a Salamanca en el coche de línea, me producía envidia el señor Manuel, que era como yo lo llamaba, porque viajaba en tren. El tren lo vi por primera vez el otoño de 1.953 cuando hice el viaje Salamanca - Estación de Cañaveral ( Cáceres ) en mi viaje a San Martín de Trevejo para estudiar el primer curso de Bachillerato.
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