EL QUE ENCUENTRA CASA HECHA no sabe dónde está el Teso Alto ni la Azebea.

Le escuché la frase al señor Manuel Aparicio, el tío Manolo el herrero, muchos años alcalde de Cereceda.

Hasta los años noventa del siglo pasado las casas de Cereceda se levantaban con piedra y barro. Ese misma material se utilizaba para levantar corrales, chicorzos y pajares.

La piedra procedía del Teso Alto. Es una zona situada a la izquierda de la carretera de La Nava, una vez pasado el regato del Rescambrón. 

Esa zona era propicia para hacer canteras pues está en ladera y desde allí los carros cargados de piedra " bajaban sin esfuerzo de la pareja de vacas hasta las calles del pueblo."

" Pero el barro es otro cantar " decía el tío Santos, que se pasaba el verano en el tejar junto al puente Cantería haciendo tejas. " El barro hay que sacarlo en la Azebea a base de azadón y luego subirlo por la Esquina hasta la obra. Hace falta una buena pareja de vacas para llevar el carro desde la portera de las Eras hasta la Plaza, cuando el carro está cargado de barro. Pero muchas veces el carro sube lleno de adobes. "

Muchas paredes medianeras de viviendas y paredes de separación de la casa y el corral están hechas de adobes. 

Todos los adobes los hacíamos en la Azebea. Yo fuí muchas veces, al terminar de Eras, a hacer adobes en esa zona. El agua para amasar el barro estaba allí mismo, en el regato del Mato. Allí los tendíamos al sol para que se secaran, una vez " hechos " con las cuatro tablas del rectángulo de madera que servía de modelo.

El oficio de barrero, que formaba parte de la cuadrilla de albañiles, decía el Padre Macías que era " el oficio con el que Dios castigó a los israelitas en su cautiverio en Egipto. Con el barro de las orillas del Nilo hacían millones de adobes, descalzos y medio desnudos, bajo un sol infernal."

Él trabajó unos meses de barrero cuando sus padres levantaron la casa nueva junto a las escuelas, en la zona, entonces llamada el Ejido.

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