LA BURRA Y EL CARRO
Hoy, que han desaparecido las vacas y los carros en Cereceda, todavía te puedes encontrar, si tienes suerte, un carro de dos ruedas y una burra.
Un amigo de la capital que lleva siempre colgada al cuello una máquina de fotos - las fotos del móvil no son fotos, me dice - se ha acercado al pueblo para hacer algunas fotos de carros tirados por vacas.
Se ha llevado una desilusión.
En Cereceda ni hay ni parejas de vacas ni carros con ruedas de madera y aros de hierro ni " gatos " que puedan uñir sus vacas para que él las " inmortalice " con su cámara.
- Solamente me he encontrado un carro de hierro con ruedas de coche tirado por una burra. En lo alto de la carga una persona se encarga de animar a la burra y al lado, correteando sin parar, un perro.
-Es que hoy día tampoco hay caminos por los que pudiera caminar despacio la pareja de vacas y el carro cargado de bálago de trigo. Ahora hay pistas de la concentración parcelaria por las que transitan, envueltos en una nube de polvo, los coches, le digo como excusa por la falta de carros.
- He hecho el viaje en balde, murmura con tristeza.
Menos mal que hizo fotos de los pinos del campo escolar y de los nogales medio secos de los huertos y de los guindos raquíticos en las paredes de los praos y de algún roble retorcido en la zona del Chorrero.
Buscar, a estas alturas de la vida, un carro tirado por vacas avanzando despacio por la carretera en la cuesta desde La Esquina hasta la Plaza, es " misión imposible ".
C´est la vie !, amigo mío, ¡ es la vida !.
Foto Google.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario