HACER UN DÍA DE PERROS
Ayer llamé por teléfono a Cereceda.
Mi informante, un " gato " entendido en cuestiones de la meteorología, me ha respondido a mi pregunta sobre el tiempo que hacía con estas cinco palabras : " Hace un día de perros ".
Yo le dije que debía ir cambiando la expresión por ésta otra : " Hace un día de gatos " porque eran los gatos quienes se aprovechaban de la cocina, los días que todos los clientes de la taberna repetían el mismo " parte meteorológico ".
" Estar un día de perros " significa que hace un día con mal tiempo y, sobre todo, con precipitaciones y viento.
La frase tiene que ver con las constelaciones conocidas como Perro Mayor y Perro Menor.
En las civilizaciones antiguas se creía en la estrecha vinculación que tenía Sirio, la estrella más brillante de la constelación " Canis Maior " ( Perro Mayor ) con los días con más temperatura a lo largo del año.
En Centroamérica durante el 15 de julio y el 15 de agosto se dejaba de sembrar.
" En este punto es cuando la constelación del Perro Menor alcanza su cénit. Durante estas jornadas, la reunión del Perro Mayor llegaba a su punto máximo, y comenzaban a aparecer en los días en los que más calor hacía durante el año ".
as.com/tikitakas/
Le he dicho al señor " gato " que la expresión " hacer un día de perros " se debía decir cuando la canícula ( una palabra relacionada con perro ) nos afectaba y buscábamos la sombra.
Pero en los días que llueve y hace viento o nevarrusquea se debiera decir " hace un día de gatos " porque son los gatos quienes se convierten en los dueños de la cocina y descansan en la lancha de la lumbre a la espera de que escampe.
Algo muy parecido a lo que hacían los señores " gatos " en esos días, y siguen haciendo.
Foto Google.com
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