SALIRSE POR LA TANGENTE
Significa valerse de una evasiva para salir bien o, al menos, regular de un apuro.
Puedo presumir de haber conseguido salir sin " quemarme " de los muchos apuros en los que me he visto envuelto.
Esto lo aprendí de un amigo sacerdote que me aconsejaba que no debía huir de " mojarme en alguna cuestión, si lo consideraba necesario, pero que debía dejar siempre abierto un carril por el que salir ".
Recuerdo un año que tuvimos muchos problemas para sacar los carros de bálago de la Monte la Rade.
Teníamos que atravesar un trozo de monte y después bajar hacia el Valle Corcovao y alcanzar el camino Valcabrero.
Como nosotros teníamos que sacar unos cuantos carros de bálago pues era la mejor tierra que teníamos en la Hoja de Arriba y la más grande, mi padre y yo buscamos tres sitios por los que bajar, puesto que salir a la carretera La Nava era imposible aunque la tierra estaba muy cerca de la carretera.
Rozamos un camino en la zona de monte y parecía fácil salir por allí, pero mi padre rozó otros dos caminos más.
- Con el primer camino es suficiente, le dijo yo.
Mi padre, que era especialista en abrir caminos, me dijo " si en el primer viaje se vuelca el carro, las vacas y yo no volveremos más por ese camino. Hay que rozar otros dos más ".
Cuando tenía que recibir a los padres de la " gente no tan menuda " a quienes impartía clases, procuraba preparar dos o tres cosas que alabar de cada alumna pues, era muy probable que fuera la madre quien me visitase.
- Este profesor te " canta las cuarenta " de tu hija, pero siempre te dice alguna cosa buena de ella, escuché que le decía una madre a otra.
Como una profesora lo comentase en un claustro, yo le dije : aprendí a jugar a las cartas y a cantar las cuarenta antes que a leer, en la taberna de mis padres en un pueblo pequeño, pero siempre sabía decirle a mi compañero de tute que un día habíamos ganado gracias a mi buen juego, si se me me olvidaba cantar las veinte en oros.
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