" COSTAR LA TORTA UN PAN "

En mi casa, cuando se acababa la " masadura " de 15 panes- que eran los panes que cabían en el horno que teníamos en el sobrao -  y mi padre estaba trabajando fuera de casa hasta el final de la semana, mi madre preparaba un poco de masa en una barreña y hacía unas cuantas tortas que cocía en la lumbre de la cocina.

Esas tortas, hechas con la misma harina de hacer el pan, solucionaban el problema de la falta de pan durante dos o tres días.

El final de la semana y la vuelta a casa de mi padre, que estaba " sacando raíces en la finca de Zarzosillo, y se marchaba antes de día y regresaba " de noche ", hacía que mi madre preparase la artesa para " masar ".

Se cuenta que alguna " gata " te prestaba una torta, del tamaño de un pan pero mucho más delgada, si le devolvías el favor con un pan recién hecho.

Quizás ahí nació la frase " costar la torta un pan ".

La frase significa que algunas veces tienes que pagar un alto precio por algo que vale muy poco pero que  necesitas en un momento determinado.

En Cereceda eran frecuentes situaciones de ese tipo.

- El muchacho de Jerónima tuvo que venir a hacer de rabadán el jueves por la tarde porque el pastor dijo que iba a pasar las ovejas por la zona de los trigos del Valle Corcovao y mi marido estaba en la cama con un catarro " de cuidao ". Eran tres horas las que el pastor lo necesitaba. Pues pa pagarle esas horas tendrá que ir un día entero con las cabras cuando a Jerónima le toque.

- Mere, el muchacho os hizo un favor esa tarde.

- Sí, pero  " la torta nos cuesta un pan ".

Foto  larazon.es