EN SALAMANCA TUVE YO UNA TÍA que mientras mandaba una cosa, lo hacía.

Esta expresión le gustaba decirla a todas las " gatas " de Cereceda.

Cada " gata " situaba a su tía donde ella quería : En Madrid, en Bilbao, en Argentina . . . A ella le interesaba la segunda parte del dicho.

Mi abuela tenía por costumbre mandar a sus nietos a hacer cualquier recado por la tarde al salir de la escuela.

La velocidad de sus nietos en época de invierno era bastante lenta y ella se enfadaba.

La muestra de su enfado era coger el " capacho " para ir ella a hacer el recado, pero siempre salía por el portal alante de la casa con esa frase en sus labios.

- La mi muchacha me pone enferma. Si la mandas hacer algún recado, siempre encuentra una razón para no hacerlo. A mí me llevan los demonios que no me haga caso. El mi marido me dice que la mande en serio porque yo le digo lo que me decía a mí la mi madre " en Zamora tuve yo una tía que mientras mandaba una cosa la hacía ".

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