" LAS PERSONAS SON COMO LOS VINOS: La edad agria los malos y mejora los buenos "
Añadido se coloca una fecha con el año de la cosecha a la que pertenece esa botella.
Cuando mi padre era tabernero y yo acudía " con la burra que sabía latín " a comprar vino a la Sierra, el vino que llenaba los pellejos a mi retorno era siempre de la última cosecha.
Tan sólo el vino de la bota, que me regalaban y que mi padre " guardaba para las ocasiones especiales ", era vino de cosechas anteriores.
Al menos eso era lo que me decía el cosechero: " Dile a tu padre que este vino es de la cosecha de hace dos años y que lo tengo guardado para los amigos. Y tu padre es un buen cliente además de amigo ".
Cuando el vino lo compraba en la Cooperativa de San Martín - San Martín del Castañar - mi padre sabía cuál era su calidad y de qué cosecha era sin que tuvieran que explicármelo a mí.
El vino que quedaba en los pellejos, los " restos ", mi padre lo echaba en la tinaja del vinagre para venderlo como tal producto.
- Juanín. cuando era chico, era educado y poco respondón. La mili lo " amansó " un poco más y, tras su boda con la hija de Genara, entre la mujer y la suegra lo han transformao en una persona seria y formal, me dijo una " gata " cuando pregunté por el Juanín que yo había conocido.
- Es sabido, decía el tío Manuel en la taberna, que los mozos educados aunque sean un poco revoltosos y alborotadores, se convierten en vecinos generosos y buenas personas.
La frase es de Cicerón ( 106 a C. - 43 a C. ) político, filósofo, escritor y orador romano.
Foto Google.com El puente romano de Salamanca sobre el río Tormes.
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