GALLARITA
Eran muy abundantes en los robles de Cereceda.
Es una especie de quiste redondo que les sale a los robles cuando les pica la mosca.
Con las bogallas jugábamos de niños y éramos constructores de carros de ruedas.
La carencia de juguetes hacía que " espabiláramos " la imginación para con palos y bogallas construir parejas de vacas con yugo y tras ellas poníamos sus terneritas y sus terneritos.
En las calles del pueblo se podían encontrar corrales construídos con piedras en los que abundaban las bogallas.
Las calles eran de barro y en algunas había zonas a diferentes niveles, que para nosotros constituían canteras de las que extraer lanchas para nuestras construcciones infantiles.
Un día el Ayuntamiento comenzó a echar hormigón por las calles y los juegos infantiles de construcciones desaparecieron.
El problema " irresoluble " es que con las construcciones se fueron los " niños albañiles " y, desgraciadamente, éstos no han vuelto.
Foto Google.com
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