ENTRIZAR

. Apretar, estrechar, meter en un sitio estrecho.

- Cuando salgas por la portera con el cesto de hojas de remolacha, ten cuidao no te entrices. Un consejo muy valioso en Cereceda.

En el pueblo las porteras de los huertos siempre son estrechas porque a muchos de ellos entra tan solo el burro y los carros se quedan fuera.

Igual ocurre con los chicorzos y los pocilgos.

Unos son el lugar donde se encierra al ganado cabrío y a las crías del ganado ovino o del ganado vacuno. Siempre son lugares en los que se encierra el ganado joven porque las puertas o las engarillas son de madera, casi sempre hechas por el dueño del ganado con rudimentarios conocimientos de carpintería, y un animal grande las destrozaría para salir.

Yo opino que esta palabra, muy usada en Salamanca y Zamora quiere significar lo que ocurre a la persona que se sitúa entre otras dos. Siempre se aconseja poner en los extremos a las de mayor volumen y en el centro a la de menor volumen.

Sería intentar colocar entre dos a otro más, y de ahí el entrizar.

Las ovejas - de las que ya he comentado que ninguna quiere ser la primera a la hora de entrar o de salir de un corral o de un prado o de una corraliza, pero todas quieren ser la segunda - , era corriente que se entrizaran pues se situaban dos entre dos cuando debía ser una entre dos.

Cuando nos sentábamos en verano en el machadero de alguna puerta, al serano, siempre animaban a sentarse a alguno o alguna más. Ese nuevo ocupante obligaba a entrizar a los que estaban ya sentados.

- Cuidao no lo entricéis más porque se quedará hecho un silbido, decía mi amigo Nicomedes.

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