RESCOLDO DE OTROS TIEMPOS
Rescoldo : brasa pequeña que queda resguardada por la ceniza.
Los troncos gordos de los robles que se habían cortado en la roturación de Valdecarros se troceaban para colocarlos uno en el lado derecho y otro en el lado izquierdo de la lumbre, en la cocina.
Poco a poco se iban " consumiendo " a lo largo del día y de la noche - mejor, a lo largo de los días y las noches - pues al irnos a la cama se tapaban los dos troncos con ceniza " pa que sigan encendíos y se consuman muy poco ".
A la mañana solamente había que separar los dos troncos, echarles unas ramas secas de bardas o de secarones de los robles y un " brazao " de raíces, y en unos minutos, la cocina se convertiría " en el fuego del infierno " o, por lo menos, en algo parecido a ese fuego.
Al rescoldo asábamos las bellotas de la encina de la Puente San Martín, que asadas estaban más dulces, y las castañas de Valdecaseras en las noches de serano.
Los recuerdos que " gatos " y " gatas " tenemos de nuestra niñez unidos a un carro de vacas, cargado de heno o de paja o de sacos de trigo o de sacos de patatas, son el rescoldo de los años de la escuela unitaria y del Rosario al atardecer.
Guardémoslo - el rescoldo de nuestra niñez - con cariño, como hace el blog Pataloso, para que siempre lo tengamos " a mano " cuando necesitemos calentar el frío de nuestra vejez.
Foto salamancartvaldía.es
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