UN PERCHERO PARA HERRAMIENTAS SIN GANAS DE TRABAJAR
Mi padre renegaba alguna mañana cuando nada más llegar al quiñón de hoja, hacer una lumbre pues la hoja se junta en invierno, rozar un trozo, y empezar a juntar hoja con el rastro de madera, éste se enfadaba y se le rompía un diente.
Entonces solía decir : Este rastro hoy no tiene ganas de trabajar.
Así están hoy todas las azadas, hoces, hocino, azadón, espigocha, briendos, brienda y rastra de juntar el heno.
Y así están también la pala de tornar la parva, las escobas de barrerla, el horquín de dar los haces y la horca de sacar el estiércol.
Todas ellas hace años que se levantaron una mañana y decidieron no trabajar.
A lo mejor fueron sus dueños quienes tomaron la decisión.
O los dos juntos porque tanto el dueño como los aperos estaban cansados de tantos años de trabajo.
En Cereceda muchas herramientas eran herencia.
- Esta brienda me dijo mi padre que la había hecho su abuelo. ¡ La de carros de paja que habrá cargao !.
Merecen tener un lugar de privilegio en el corral - garaje de hoy.
Foto pinterest.es
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