viernes, 29 de julio de 2022

 ORGULLOSOS DEL SU ANIMAL






Ya he contado que en Cereceda casi todos las familias tenían un animal del género asnal.

La burra - había más burras que burros  en la " borricá "- era muy necesaria para el transporte desde los huertos, los linares, las tierras o la dehesa.

El burro o la burra era del marido, que se encargaba de echarle de comer. Una lata de cebada para la cena, aunque era la mujer quien, a lomos sobre la albarda, lo utilizaba para acudir a llevar la comida a su marido a las tierras o a los segadores en la época de la siega.

En muchas ocasiones el marido iba con el carro, delante con la vara al hombre o subido en la caja del carro y la vara junto a él.

La mujer acostumbraba salir de casa más tarde porque la velocidad de las vacas era muy inferior a la velocidad de la burra.

Si había que comprar o vender o cambias de caballería con alguno de los gitanos que acudían a la Feria de Ciudad Rodrigo o a la Feria de Béjar, era el marido quien hacía el trato.

En la foto, el marido y la mujer se sienten orgullosos de la su burra o del su burro, que yo por las " cabezás " o por las orejas desconozco si es burro o burra.

Un amigo, a quien he enseñado la foto, me ha dicho que es burro.

Foto  ìnterest.es


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