ORGULLOSOS DEL SU ANIMAL
Ya he contado que en Cereceda casi todos las familias tenían un animal del género asnal.
La burra - había más burras que burros en la " borricá "- era muy necesaria para el transporte desde los huertos, los linares, las tierras o la dehesa.
El burro o la burra era del marido, que se encargaba de echarle de comer. Una lata de cebada para la cena, aunque era la mujer quien, a lomos sobre la albarda, lo utilizaba para acudir a llevar la comida a su marido a las tierras o a los segadores en la época de la siega.
En muchas ocasiones el marido iba con el carro, delante con la vara al hombre o subido en la caja del carro y la vara junto a él.
La mujer acostumbraba salir de casa más tarde porque la velocidad de las vacas era muy inferior a la velocidad de la burra.
Si había que comprar o vender o cambias de caballería con alguno de los gitanos que acudían a la Feria de Ciudad Rodrigo o a la Feria de Béjar, era el marido quien hacía el trato.
En la foto, el marido y la mujer se sienten orgullosos de la su burra o del su burro, que yo por las " cabezás " o por las orejas desconozco si es burro o burra.
Un amigo, a quien he enseñado la foto, me ha dicho que es burro.
Foto ìnterest.es
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