LAS PIEDRAS CAÍDAS DE LA PARED
En uno de los lados del camino de los carros se alzaba una pared de piedras y en el otro lado una valla de madera y de espino.
Hace muchos años hubo pared también en el lado derecho pero las riadas la caían porque el agua rompía por allí.
Esa pared se acordó protegerla con árboles pero era difícil mantenerlos y se fueron perdiendo. Quedaron algunos en la curva del camino a donde no llegaba la ríada.
En el lado de la pared se han ido cayendo piedras y el dueño las deja allí.
Esas piedras en el suelo sirven de protección ante el paso de la pareja de vacas que arrastra el carro porque no pueden acercarse a ella.
Si las vacas se acercaban a la pared, " pa rascarse " , decía mi padre, entonces el buje del carro rozaba la pared y la caía.
El buje del carro era la pieza circular en la que giraba el eje de la rueda del carro.
En algunos caminos había piedras gordas colocadas en la salida de otro camino para que las vacas no se acercaran a las paredes.
Esas piedras gordas estaban también en las esquinas de algunas casas del pueblo.
En la esquina de mi casa del pueblo en lugar de colocar una piedra, sacaron del huerto, cuando levantaron la casa hace más de un siglo, una parra.
Esa parra sigue allí " defendiendo " la esquina de la casa del roce de los camiones.
En el otro lado - en el inicio de la calle Salida a la Nava, había en mis años infantiles una roca " gigante " defendiendo la esquina de la casa de doña Fermna, la " maestra " de parvulitos de Cereceda.
Foto pinterest.es y google.com
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