UN CORAZÓN EN LA ARENA
Me lo encontré diseñado sobre la arena fina de una calita perdida en la costa acantilada del Mediterráneo.
Quizás un doctor indique que no están bien dibujadas las aurículas y los ventrículos, o que está un poco torcido pero a mí me pareció una maravilla.
Las olas se acercaban hasta él amenazadoras y a mí se me ocurrió una idea: rellenar con cantos rodados el surco hecho en la arena.
Procuré que todos los cantos fueran de un tamaño parecido excepto el canto que coloqué en la unión de los dos surcos en la parte inferior.
Si el agua arrastraba las cantos pequeños al menos quedaría el canto " gordo " como recuerdo de aquel corazón que alguien marcó en la arena de la playa.
La calita está muy poco concurrida y mientras yo caminaba por ella observé a una niña que se acercaba y depositaba cantos junto a los que yo había puesto.
Ella estaba dibujando un corazón más grande.
Al aproximarme a ella, sonrió y me dijo: el agua se llevará sus piedras porque son pequeñas., pero las que yo pongo no se las llevará.
A la mañana siguiente me acerqué hasta la orilla.
Las olas embravecidas de la noche habían destrozado los dos corazones: el de la niña y el mío.
Foto pinterest.es
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