LAS OVEJAS Y LA BURRA
- " Y las ovejas me siguen porque conocen mi voz ", me dijo un viejo " gato " un día que me lo encontré regresando al pueblo con la pequeña piara de " ovejas del queso " , montado en la burra, por la carretera la Peña el Gato.
En mi niñez por la carretera la Peña el Gato pasaba cada mañana el coche de línea y de nuevo circulaba por ella al atardecer.
El resto del día no pasaba ni un coche ni un camión porque el coche correo, que llegaba a Sequeros desde Fuentes de San Esteban, nunca entraba por el pueblo.
- El correo hay que ir a cogerlo a la Peña el Gato, te decían Pepe o María, el cartero y la cartera de Cereceda.
El ir montado en la burra por el medio de la carretera, unas veces detrás de las ovejas y otras veces delante, no era " delito ".
Detrás de las ovejas venía el carea que era quien se encargaba de que ninguna se saliera de la carretera y que ninguna se quedara " p´atrás ".
La burra se la llevaba hasta el " prao " para que comiera " algo " y para que no estuviera todo el día encerrada en el chicorzo.
Y si hacía falta, en las piernas del dueño volvía alguna cordera que carecía de fuerzas suficientes para regresar al corral.
Foto pinterest.es
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