MÁS VALE UN TOMA QUE DOS TE DARÉ

Este refrán se lo escuché a todas las " gatas " de Cereceda.

Estas mujeres odiaban las promesas, vinieran de quien vinieran, pues a ellas les gustaban las realidades.

También le escuché la frase a algún gato que tenía churros o corderos para la venta.

- Señor Roque, guárdeme usted ese churro que hoy ya he comprado muchos en este pueblo y en el Maíllo, pero dentro de quince días vengo y me lo llevo.

- Me parece bien su promesa, señor Adrián - un tratante de La Alberca - pero ¿ sabe lo que dice la mi mujer ? " más vale un toma que dos te daré ". Así que o se lo lleva usted hoy o, a lo mejor, cuando vuelva ya lo he vendido al Miajas de Ciudad Rodrigo.

- El otro domingo don Severiano dijo en la Misa mayor que " hay que tener esperanza en las palabras del evangelio y debemos saber que la higuera dará buenos frutos si se le echa estiércol y se la riega " pero yo, al salir a la plaza, le dije al cura : " más vale un higo este año que la esperanza de que el próximo año dé dos cestas de ellos ".

- Te daré dos canicas mañana en lugar de darte una hoy, me dijo Robertín, pero yo le dije " dame una hoy porque aluego se te olvida la promesa y mañana no me das ninguna, que tú tienes mu mala memoria. Es que mi madre dice que " más vale un toma que dos te daré ".

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