UNA OVEJA PERDIDA

La noche se acerca y la niebla está bajando de la sierra.

Candela - que así se llama la oveja, con un nombre heredado de su madre - tiene pocas ganas de caminar hacia el corral en el barrio del Altozano en el pueblo.

Cuando una oveja se quedaba en el Valle Trigal o en el comienzo de la sierra, era porque estaba enferma y el cierzo tenía más fuerza que ella, o porque " estaba pa parir ".

Ayer me dijo un amigo sacerdote que la Iglesia celebraba el Día del Buen Pastor.

- Tú que estás siempre presumiendo en el corro de amigos de que has sido rabadán y pastor de ovejas, ayer te sentirías contento porque se celebraba tu día, me dice entre felicitaciones de los amigos.

- En Cereceda el Día del Pastor se celebraba el día 29 de junio, el día de San Pedro. 

En ese día se ajustaba el pastor para un año y se contaban las ovejas de cada " amo " por las que tendrían que hacerse todas las cuentas de " gastos ".

Hoy me he acordado de todos los pastores de ovejas que yo conocí en el pueblo, desde el " tío Vicentón ", que desconozco si era buen pastor pero que era un magnífico " contador de historias de lobos " y que nos subía en los lomos del perro de la piara y nos paseaba desde la Plaza hasta la puerta del campo escolar, hasta el último pastor que al quedarse sin ovejas que guardar, se " jubiló ".

¡ Cuántos " gatos " sienten la nostalgia de las sus ovejas ! y ¡ Cuántas " gatas " retornan hoy a sus años de mozas y el recuerdo de un cordero en el brazo y una oveja berreando detrás, camino del huerto sembrado de cebada " pa verde " !.

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