REBUDIO
Rebudio es el sonido que emite el jabalí cuando se siente amenazado.
En Cereceda se decía gruñido porque el jabalí " es un cerdo salvaje ".
Se cuenta que, cuando los cerdos iban a la montanera de las bellotas de los robles y a la espigadera para aprovechar las espigas caídas con la siega, algunas cerdas se apareaban con jabalíes, y las crías " tenían el pelo como pinchos y , cuando se cebaban, tenían mucha menos grasa en los jamones ".
El jabalí presume de tener muy buen oído y puede captar sonidos que son imperceptibles para el ser humano.
Las hembras están en celo durante el otoño y, tras 120 días de gestación, nacen entre 3 y 12 rayones que acompañan a la madre durante todo el verano.
Cuando yo los veía cruzar la carretera de Cilleros por las Nogalitas en el mes de agosto, los rayones o listones ya tenían cinco o seis meses y alcanzaban una gran velocidad en su carrera.
La " jabalina " barruntaba mi presencia y emitía el rebudio o gruñido y toda la familia levantaba la cabeza del suelo donde mordisqueaban la hierba y esperaba el segundio rebudio para emprender la carrera, en la que algunas crías adelantaban a la madre.
Ellos se dirigían hacia la carretera de Sequeros y el Mato, y yo continuaba mi ruta hacia el río Yeltes para cruzarlo por el puente Cilleros.
Un río todavía muy " chiquitín " pues había nacido un poco más arriba, a la derecha, hacia la falda El Codorro, en la Fuente el Espino.
Foto Google.com
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