" YA NO QUEDAN ALBARCAS "
Una zapatería situada en la zona " noble " de la ciudad. Esa zona en la que adquieren sus zapatos los jubilados de la ciudad, a los que les hacen un descuento sobre el precio marcado y que puede leerse a través del escaparate.
Una zapatería especializada en zapatos FLUCHOS " para pies con juanetes ".
Nada más traspasar la puerta de entrada una amable jovencita me ha preguntado qué deseaba.
- Unas albarcas, le he respondido, tras darle los " buenos días " en castellano.
- ¡ Perdone !
- Señorita deseo comprarme unas albarcas.
- Siéntese, por favor, voy a ver a don Julián.
He imaginado que don Julián sería el dueño de la zapatería.
Así era.
Ha salido un señor, al que yo he " calculado unos 75 años " y tras darme los " buenos días " , me ha preguntado qué deseaba.
Se veía que era de la " vieja escuela " de vendedores de alpargatas.
- Deseo comprarme unas albarcas.
- Perdone a la dependienta. Ella no ha visto unas albarcas en su corta vida. Yo soy de un pueblo de Albacete y he calzado albarcas muchos años.
El " dueño de la tienda " me ha tendido la mano para saludarme como hacemos las " gentes de pueblo " y me ha prometido que " cuando venga un viajante de Almansa, le preguntaré si ellos las hacen todavía. Pase usted dentro de tres o cuatro semanas y le dará una respuesta ".
Me he despedido con un apretón de manos y me he marchado riéndome de mi " ocurrencia " de pedir albarcas en una tienda especializada en " la venta de zapatos FLUCHOS para pies con juanetes ".
Foto Google.com Suelo de albarcas hechas con ruedas de coches
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