AVIEJAR

. Avejentar.

Mi abuela lo usaba siempre que aparecía por el pueblo alguno de los emigrantes que se marcharon a Francia o a La Argentina.

Mi abuela siempre decía " La Argentina ", una tierra a la que se marchó alguno de sus familiares.

- Hoy ha venío el mi primo Leandro, que se fué a la Argentina cuando era mozo. ¡ Cómo s ´ha aviejao !. Si tiene sólo dos años más que el mi primo Nicolás. Era de la quinta del 21, tres años más grande que yo y dos más chico que el mi hermano Jenaro.

Aviejar es un verbo " de recorrido " porque las personas nos vamos aviejando. Unas poco a poco, año a año, y otras " a saltos ", que decía el tío Sidro, el de la tía Fidela, el que vivía en El Altozano.

Un mal año de cosechas, una desgracia familiar, un accidente con el carro o la caída de lo alto una encina se convertían en un envejecimiento imprevisto.

- A Manuel la caída de la encina en Matilla lo ha dejao medio derrengao. ¡ S´ha aviejao diez años de golpe !. La expresión era la viva imagen de una foto de Manuel que te hacía cualquier " gata " .

- Juana, escúchame. Que D. Amancio, el cura que casó al mi muchacho, ha venío a La Alberca a una boda y s´ha acercao a saludar a los sus antiguos feligreses. Vete a la iglesia a saludarlo, que m´ha preguntao por ti. ¡ No veas cómo ha aviejao!  Se fué hace cuatro años y paece que han pasao diez años, por lo menos. ¡ Si hasta tiene el pelo blanco !. ¡ Está mu aviejao !.

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