SENTARSE DE LADO

En Cereceda había muchos " gatos " a quienes no les atraía pasar la tarde encerrado en la sala de la taberna.

Entonces sacaban una silla con el culo de bayón a la calle y se sentaban a ver pasar " el tiempo " y a algún que otro " gato " o " gata.

 Esa silla " alta " - porque las sillas bajitas eran propiedad de las " gatas " - se colocaba de " lao " para apoyar los brazos y echar una " siesta " si el tiempo y los viandantes lo permitían.

Para muchos " gatos " esa silla tenía una dificultad : si era bajito, sus brazos no alcanzaban a colocarse sobre el respaldo y tenía que pedir a la señora " gata " que le permitiera sacar una silla baja para sentarse en la calle.

En mis veraneos en Cereceda he encontrado a algún " gato " sentado de esa forma y, al mirarlo y sonreirme, me ha dicho :

- Mi padre se sentaba siempre así.

Una buena solución era sentarse en el machadero la puerta pero sentado en el machadero era imposible dormir siesta pues te ibas de narices.

- Esta silla la he arreglao yo. Tenía el culo roto y ya no vienen silliteros. Le he hecho un culo nuevo con cuerdas y, como estoy sentado, las " gatas " sacafaltas no pueden decir nada porque no lo ven.

" ¡ Qué tiempos los de antaño ! " , que decía mi abuelo Matías.

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