LA TOMA DE LA ISLA

Un señor " gato " me envía un correo para decirme que se encuentra " pasando unos días a orillas del mar Mediterráneo y ya se ha metido en el agua ". 

Desconozco si ya ha tomado algún baño, pero su correo lo utliza para recordarme " el baño en la toma de la Isla el domingo por la tarde ".

La toma de la Isla era " mi piscina de muchas tardes " porque yo llevaba las vacas al río todos los días de la semana después de soltarlas del trillo.

Era una toma que " cogía " bastante agua. Situada en el río Yeltes, servía de presa para regar los huertos de la Isla y de la Nava el Mónago, que eran muchos y muy buenos.

En la toma de la Isla se bañaban los mozos porque los niños nos bañábamos en la toma de las Matas o toma de las Digisuelas.

El agua de esta toma estaba más caliente que el agua de la toma de la Isla, que estaba rodeada de robles y de chopos y de alisos que impedían que los rayos del sol llegaran hasta el agua.

La otra toma de baño estaba junto al Puente Cantería en el camino Zarzoso. 

Era una toma con poca profundidad y estaba construída para regar los linares de la margen derecha del río Yeltes y, en mis años infantiles, para la Pesquera.

La Pesquera era el lugar en el que se levantaba el molino de piensos de Cereceda.

Éstas eran las " piscinas " naturales en el río Yeltes.

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