" NO IMPORTA QUE VAYAS DESPACIO, SIEMPRE QUE NO TE PARES "
Cuando estábamos sembrando patatas - trabajo propio de los días anteriores o posteriores a San Marcos - acudíamos con el carro y el arado al huerto de las Dos Cerrás, en el límite de los términos municipales de Cereceda y El Cabaco.
El recorrido lo hacíamos por la carretera Ciudad Rodrigo, la carretera que desde Ciudad Rodrigo se dirige a Béjar.
Prefiero poner nombre a la carretera que denominarla SA y un número tras el guión, pues con el nombre cualquier persona que sepa leer entenderá a dónde le lleva esa carretera según la dirección que tome.
Una mañana, bien salido el sol, íbamos por la carretera, mi padre, delante del carro con la vara al hombro, y yo, sentado en la parte trasera del carro y las piernas colgando según era " norma " hacerlo en Cereceda.
Un vendedor ambulante montado en una bicicleta con una maleta grande en el portaequipajes preguntó a mi padre cuánto tiempo tardaría en llegar a Morasverdes, donde - le dijo - vivía un amigo suyo.
Mi padre le respondió " una media hora aunque usted vaya despacio ".
El hombre sonrió y le dió las gracias al despedirse.
Al momento, mi padre le gritó : " ¡ Siempre que usted no se pare ! ".
El ciclista aficionado levantó su brazo derecho indicando a mi padre con ese gesto que había escuchado su advertencia.
Foto Google.com
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