UNOS CALCETINES PARA EL INVIERNO
En las " larguísimas " noches del invierno " gatuno " era uno de sus trabajos favoritos al " amor " de la lumbre.
Mi madre siempre decía " al amor de la lumbre " por la expresión " al calor de la lumbre ".
Además ya he contado que muchas noches la iluminación de la cocina era el candil de aceite o las llamas de las bardas en el fuego.
Cuando yo era pequeño - abandoné el domicilio familiar con 11 años - mi madre me enseñó a hacer calcetines.
Las agujas se me daban bien pero solamente estaba capacitado para hacer la parte recta del calcetín porque la zona del pie era demasiado complicada y mi interés por ese trabajo se fué perdiendo cuando nació mi afición a hacer pelotas y a coser los " forros " de la pelota.
Este trabajo me lo enseñaron los quincalleros y viajantes que cenaban y dormían en la posada de mis padres.
Siempre admiré la destreza de mi madre a la hora de hacer los tobillos de los calcetines o los dedos de los guantes, cada uno con su tamaño.
Todos los muchachos presumíamos en la Escuela Unitaria de que guantes y gorros y bufandas y calcetines nos los habían hecho nuestras madres.
Y hasta los jerseys de los domingos provenían de las manos maternales.
Foto pinterest.es
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