NO HAGAS PLANES MONTAÑÉS, que luego saldrán al revés.

Yo soy y he sido muy aficionado a la montaña.

Me gusta más la montaña que el mar, quizás porque en Cereceda había muchos montes y muchas cumbres y  ¿ el mar  . . .  ? .

-  " Como no fuera la Poza ".

En mis años juveniles en Euskadi me recorrí todas las cumbres, con una afición especial al Monte Gorbea.

Los viernes ya estábamos haciendo planes para, esa tarde o la mañana del sábado, salir con la mochila y la merienda y la chapela, camino de alguna cumbre.

La nieve nunca nos impidió a mis amigos y a mí subir al Amboto o a Urquiola, pero, cuando el recorrido era primero en tren y luego a pie, sufrimos algunos " reveses ".

Los montañeros viejos te repetían esa frase " no hagas planes montañes porque te pueden salir al revés ", sobre todo, en diciembre y en enero.

Igual consejo te daban en febrero.

Yo recuerdo que me fué peor con los planes de playa que con los planes de montaña.

Un día de lluvia impedía acercarte a las playas de Deva o de Lequeitio o de Pedernales, pero nunca desistir de pasar el día en un refugio del monte Gorbea.

Foto  Google.com