PAREDES CUBIERTAS CON TEJAS
El viaje en tren fué muy espectacular desde Salamanca hasta ese pueblo por el tren que desde Astorga se dirigía hasta Sevilla.
Hoy ese tren murió hace bastantes años pero un grupo de personas intentan resucitarlo.
Yo me uno a ellos porque yo viajé en ese tren con tan sólo 12 años desde Béjar hasta Mérida en el verano del año 1954, camino de Don Benito.
Uno de los días de estancia en el hermoso pueblo de Baños de Montemayor nos acercamos, mochila al hombro, hasta Hervás.
Hoy cuento la admiración de mis amigos al contemplar tejas rojas de barro colocadas en las paredes exteriores de algunas viviendas.
Yo les expliqué que esas tejas protegían la pared que era de adobes.
Los adobes son ladrillos hechos con barro y paja, y que han pasado solamente por el horno del sol.
Esos adobes se colocaban entre palos de madera para levantar las casas.
Si el agua caía con ventisca, la humedad atravesaba esas paredes.
Por esa razón se ponían tejas - como las del tejado, tejas de barro cocido - sujetas a los palos de madera con unos clavos.
Era delicada la operación de hacer un agujero en cada teja, pero así se mantenía seca la pared.
En Cereceda había en la calle Fuente Chica una pared, más alta que el corral de al lado, mirando a la Peña de Francia, que estaba protegida con tejas pero sin clavos.
Siempre me produjo admiración cómo esas tejas se mantenían en la pared vertical sin caerse.
Foto google.com Pared forrada con tejas en Hervás ( Cáceres )
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