EL LETUARIO
Los madrileños del siglo XVII lo tomaban con un chupito para desayunar.
Es una especie de confitura de naranja.
El chupito era de aguardiente.
Se le atribuían propiedades medicinales y su nombre proviene del latín " electuarium ", antiguo preparado farmacéutico elaborado con almíbar o miel.
Un día el letuario desapareció de España pero se mantuvo en el recetario de los sefardíes.
Los sefardíes son los descendientes de los judíos que fueron expulsados de España por los Reyes Católicos.
Hoy forma parte de la carta de postres en un restaurante de Madrid, según me ha informado un amigo que lo ha probado y me ha pedido que escriba sobre el letuario.
En la Cereceda de mi niñez, el chupito de aguardiente se tomaba en las casas con un " cacho " de pan tostado en las brasas de la lumbre.
Yo tomé muchos años el pan tostado en la lumbre y un " mojar los labios " con la botella de gaseosa rellena de aguardiente.
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