EL CIPRÉS DEL CEMENTERIO
Artículo escrito por Isidro Marcos, GATO 2017
Publicado en el nº 8 de la Revista PATALOSO, Agosto 2023.
El ciprés es un árbol de hoja perenne que puede alcanzar los 20 metros de altura y hasta 300 años de vida.
Es el símbolo de la unión entre el cielo y la tierra.
Evoca la inmortalidad y la resurrección.
Los vascos lo denominan " GUAZUGAL " que significa " el árbol de la noche ".
Es famoso el soneto que el poeta Gerardo Diego escribió al ciprés que se levanta en mitad del monasterio benedictino de Silos ( Burgos ) .
" Enhiesto surtidor de sombra y sueño,
que acongojas al cielo con tu lanza,
chorro que a las estrellas casi alcanza,
devanado a sí mismo en loco empeño.
. . . . . . . . .
Flecha de fe, saeta de esperanza,
negra torre de árduos filos ".
para terminar con el adjetivo más apropiado para el lugar en el que vive el ciprés: " mudo ciprés ".
El ciprés es el árbol de los cementerios.
Para los pueblos antiguos el ciprés estaba en relación con el dios Plutón, el dios de los infiernos.
En España es un símbolo de duelo y en muchos pueblos y ciudadades la calle o la avenida que lleva al cementerio se denomina Avenida de los Cipreses por tener estos árboles en sus dos costados.
En Cereceda hay un ciprés - negra sombra que se divisa desde el pueblo - situado en la esquina sur del recinto.
Muy próximo, pero por fuera del recinto, hace unos años plantamos tres cipreses rodeando la cruz de la estación XII del Viacrucis al colocar una cruz nueva de granito.
La historia del ciprés del cementerio tiene unas " raíces " muy hermosas.
Hace muchos años un joven " gato " de Cereceda tuvo la idea de adquirir dos cipreses y regalarlos a sus vecinos, plantándolos en el interior del cementerio: uno en la zona este y otro en la zona oeste.
Así quería simbolizar la vida de las personas allí enterradas - entre ellas su madre - que al igual que el sol salen por el este - su nacimiento - y desaparecen por el oeste - su fallecimiento.
Por razones que yo desconozco el ciprés plantado en la esquina del este no arraigó y pasado un tiempo se secó.
El ciprés de la esquina del oeste arraigó, superó la tapia del cementerio y allí está marcando que ese lugar es sagrado para todos los vecinos del pueblo.
Recuerdo que me dijo que la cruz en la que colocaron a Cristo en lo alto del Calvario estaba hecha de madera de ciprés.
Hoy quiero traer a la Revista el ciprés del cementerio y el nombre de la persona que generosamente lo plantó y lo cuidó: Joaquín Marcos Martín.
Descanse en paz en el cementerio de Cereceda a la sombra del " su ciprés ".
Foto Constantino González Macías, GATO 2019.
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