NOVIEMBRE TRONADO, malo para el pastor y peor para el ganado
En Cereceda era poco frecuente que tronase en noviembre.
Cuando lo hacía aparecían la nieve y el granizo.
Era malo para el pastor que debía limpiar los corrales o las cuadras y acudir a juntar hoja o a segar " gelechos " que sirvieran de cama a los animales.
Su trabajo aumentaba porque, si comenzaban los partos de las ovejas, cada día volvía del Valle Trigal o de la sierra con algunos corderines bajo el brazo o medio metidos en la mochila.
También los dueños veían aumentadas sus preocupaciones ganaderas.
Había que cuidar los corrales y preparar paja y comida para el ganado porque ni vacas ni churros podían quedarse al cielo raso, y mucho menos ovejas o cabras .
Para el ganado la llegada de las troneras y los vientos y las heladas del tardío suponían un doble sufrimiento.
Se pasaban el día escondidas en las zonas cerradas de escobas o de zarzas o de matorrales sin posibilidad de buscarse la comida.
Además tenían que alcanzar la sierra por la mañana y a la caída de la tard,e con el peligro que suponia para el ganado viejo caminar por una zona sin arbolado.
Entonces el ganado salía al campo cada día, aunque la salida invernal fuera más tardía.
Hoy la ganadería está encerrada en la nave y allí recibe su alimento durante los días " crudos " de invierno.
Foto Google.com
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