LA LLAVE Y EL RESPETO
" El respeto es la llave que abre todas las puertas ".
A los " gatines " nos enseñaban desde pequeñines que había que respetar al Maestro, al Médico, al Cura y a la Guardia Civil.
A unos se les ponía la palabra Don delante de su nombre.
Era una falta de respeto llamar médico o cura o maestro a quien tenía ese título y lo ejercía en el pueblo.
Eran Don Lamberto, Don Juan y Don Antonio.
A la Guardia Civil, como desconocíamos el nombre porque en el destacamento de El Cabaco los guardias eran jóvenes y " duraban " poco tiempo, se les llamaba señor Guardia.
Igualmente ocurría con los miembros del Cuartel de Sequeros y, solamente si llevaban mucho tiempo, se les llamaba por su nombre y su graduación.
Mi gran amigo y educador el Cabo Juan, era llamado de esa forma por todos los " gatos " de Cereceda.
Al instante de llegar una autoridad al pueblo los padres nos enseñaban cuál era su nombre.
- El nuevo Maestro que ha venido en el coche de línea esta noche se llama Don Ángel y vivirá a pensión en la posada de Cándido.
Otras ocasiones quien ostentaba el cargo se despedía indicando el nombre de su sucesor :
" El sábado vendrá el nuevo Párroco que se llama Don Jeremías,".
- Hoy, me dice un amigo de pueblo, se ha perdido el respeto en el habla de las personas.
Y añade: " " El cura nuevo dice la misa en media hora. No sé cómo se llama ", me ha dicho un amigo del pueblo por teléfono ".
Mi padre - el tabernero de Cereceda - decía: " ¡ Cuántas puertas se abren con la llave del respeto ! ".
Foto pinterest.es
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