sábado, 8 de marzo de 2025

 CAMPOS POR MARZO ATRASADOS, se ven por junio colmados





La llegada de marzo traía un nuevo trabajo a los " gatos " labradores, que eran la mayoría de los vecinos  del pueblo.

Los domingos por la mañana se dirigían, casi en procesión, hacia las tierras sembradas de trigo.

El camino Zarzoso era una ruta de tres kilómetros para " ver los trigales de Valdecarros ".

Valdecarros, tras ser " roturado ", se convirtió en el granero de Cereceda.

Por la tarde en la taberna comentaban cómo habían encontrado la futura cosecha en todas las tierras de la Hoja de Abajo pues el regreso se hacía por la Isla, el Teso el Molino, las Canalejas, la Fuente la Mocarria y la Ladera.

Yo escuchaba sus opiniones, a veces coincidentes y a veces dispares, sobre " lo adelantados que iban los trigales " o " sobre lo atrasado que estaban ese año ".

Mi padre - el tabernero siempre intervenía en esas opiniones - decía un refrán que él había aprendido de los " gatos " viejos: " Campos por marzo atrasados, se ven por junio colmados ".

Puedo decir, porque mi padre lo reconocía cuando íbamos a segar al Regajo, que algunos años el refrán acertaba pero otros años ese retraso se hacía imposible de mejorar en primavera.

Así son los refranes de los labradores: " Unos aciertan y otros se equivocan ", que decía el tío Manolo el Herrero.


Foto  Google.com  campo de trigales verdes con esperanza de que en junio estén dorados de espigas.


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