MI PERRO ME ESCUCHA Y ME HABLA
El perro se llama Canelo.
El nombre se lo puso Rober - así lo llamaban en el pueblo aunque él se llamaba Roberto -, un niño que nació en una ciudad suiza a la que sus padres se habían trasladado tras emigrar a los pocos días de casarse.
Sus padres - Jerónimo y Rosalía - eran de un " pueblín " de Castilla la Vieja - ésa que tenía seis provincias: Ávila, Segovia, Soria, Logroño, Burgos y Santander.
Roberto nació en Lucerna, una pequeña ciudad suiza, con 82.000 habitantes, a orillas del río Reuss.
Aprendió a decir buenos días o " guten morgen " y buenas tardes o " guten abend ", casi al mismo tiempo porque sus padres - Jero y Rosalía los llamaban en su pueblo castellano - querían que su hijo aprendiera alemán.
Lucerna es una ciudad con idioma alemán.
A Roberto le hubiera gustado haber nacido en Ginebra y hablar francés, o en Lugano y hablar italiano.
Pero a Jero le dijo su amigo Constancio - " el Constan " le decían en su pueblo - que aprendiera alemán porque tendría más trabajo y mejor pagado.
Y Jero aprendió alemán y se preocupó de que su hijo Roberto lo aprendiera.
Hoy Roberto - lo llaman " el alemán " en la pequeña ciudad castellano- leonesa, en la que pasa los días de jubilado, solamente habla alemán con su perro Canelo.
- Y Canelo me contesta con sus ladridos, suaves, como si me hablara en italiano, me dice un poco triste por no haber nacido en la ciudad suiza de Lugano.
Foto pinterest.es
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