LA GATA SOBRE SUS PIERNAS

Me la encontré sentada, al sol de la tarde, en las piedras de granito que forman parte de los peldaños de la subida a su casa

Jerónima estaba sola.

El su marido falleció hace " unos cuantos años " y los sus hijos viven muy lejos, " en el extranjero ", aunque " espero que vengan algunos días en verano ".

- En la mi casa hace frío y por la tarde me salgo un rato al sol. Me pongo un pañuelo a la cabeza y me siento aquí a esperar.

- Jeronima, ¿ y qué espera ?, le digo con el " respeto " que mis padres me enseñaron desde niño a las personas mayores.

- Mira unas veces espero a mi amiga Lina, que fuimos juntas a la escuela y nos casamos el mismo año, pero a ella la casó don Vicente en el mes de mayo, antes de la siega de las tierras, y a mí me casó don Sebastián en octubre, porque el señor Obispo se llevó a don Vicente a la capital pa que dijera la misa en un convento de monjas. ¡ Que el hombre ya estaba mu mayor !. Y nos mandó a don Sebastián, que era un curita joven, que éste era el primer pueblo que tenía.

- Usted lo recuerda con cariño, la interrumpo, porque he visto un brillo especial en sus ojos al decir su nombre.

- Yo lloré el día que se marchó. Me casó y bautizó a los mis muchachos. Bueno, al mi muchacho y a la mi muchacha. Que Romina es dos años más pequeña que Chemita.

- ¿ Le puso esos nombres don Sebastián ?.

- Don Sebastién los bautizó y al mi muchacho le puso José Manuel, como sus abuelos, pero desde chico siempre lo hemos llamao Chemita. Y a la mi muchacha le puso Jerónima, como yo, pero siempre la hemos llamao Romina, porque Jerónima es un nombre mu largo.

Yo me he sonreído mirando a la gata que tiene en el regazo.

- Esta gata lleva en la mi casa doce años porque se la regalaron a la mi nieta Fransuás - Francoise en francés - cuando nació pa que se la llevara a Bélgica pero no se la llevó y se quedó conmigo. La mi nieta tiene doce años los mismos años que tiene la mi gata Fransuás, que así la llamo yo.

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