LA CABEZA DE LAS RANAS

Hoy me he encontrado con " viejo " amigo seguidor del blog pues es " castellano de Castilla la Vieja ".

Lingüista y naturalista son dos especialidades que pertenecen a Letras y a Ciencias, que yo siempre he creído que son muy diferentes, pero mi amigo me ha convencido de la presencia de literatos que saben mucho de Ciencias Naturales.

En la charla han salido las ranas.

En Cereceda había muchas ranas en la poza de la Acebea, junto a la carretera de la Peña el Gato.

Yo, que presumo de cazador de ranas en mis tiempos de niñez. nunca cogí una rana en esa poza.

Mis cacerías se realizaban Yeltes abajo, en la zona de las Matas y de los Praos de Prieto.

Otro personaje de Cereceda de quien nunca he conseguido saber nada.

En mis " cacerías " de ranas las cogía a mano en los caozos del río, bajo las piedras o entre las juncias.

Una vez cogidas les cortaba medio cuerpo con una pizarra y lo tiraba al río para alimento de los peces.

La otra mitad, " de cintura para abajo ", era mi parte favorita. Les quitaba la piel y las guardaba en el fardel en el que mi madre me metía cada tarde la merienda: un trozo de pan y un trozo de adobao crudo o cocido, que a mí me daba igual.

Al volver a casa, ponía las ancas de rana con unos granos de sal encima de las brasas de la lumbre.

Alguna noche me gané hasta dos pesetas vendiéndolas a las personas que estaban en la taberna y se las comían " con un chato vino ".

Mi amigo, lingüista y naturalista, me ha dicho que " cociendo las cabezas de las ranas - cinco o seis - con la flor del azúmbar se hace un jarabe que cura la desazón de las novias ".

El azúmbar es una planta perenne con hojas acorazonadas, flores blancas en umbela y fruto en forma de estrella de seis puntas.

Yo me he reído y él, enfadado, me ha dicho que eso lo ha escrito Camilo José Cela en " Mazurca para dos muertos " y " Don Camilo, como buen gallego, entendía de brujas y de pócimas ".

Foto  Google.com Una rana y la flor del azúmbar.