" MAL DÍA PA IR DE PASTOR "

La foto, que me ha enviado una señora " gata ", muestra la " cara " mala del cielo de cualquier mañana de invierno en Cereceda. 

Cuando la emigración se llevó medio pueblo por delante y muchas casas quedaron vacías, lo hicieron también los corrales.

Llegó el momento para que los dueños de las cabras y los dueños de las ovejas comenzaran a convertirse en cabreros y en pastores.

Había tan poco ganado cabrío que sobraba el cabrero.

Entonces se organizaron las " dudas " con las cabras y los dueños. Había una " duda " grande en la que entraban cabras y cabritos, y una " duda " chica en la que sólo se contabilizaban las cabras.

El mismo método se empleaba con las ovejas.

En los meses de invierno ya se sabía que la mayoría de los días eran malos para hacer de cabrero o de pastor, pero era normal escuchar por la calle a alguna " gata " que le decía a quien avisaba a los dueños con el sonido de una cencerra " mal día pa ir de pastor ".

La lluvia o la ventisca o el aguanieve anunciaban que el pastor debía llevar las ovejas a la dehesa y esperar que entre los robles se fueran pasando las horas hasta la llegada del atardecer y regresar con el ganado al calor de la lumbre.

Foto  pinterest.es