ACHIPERRE
Objeto de poco valor o sin uso práctico o de uso innecesario.
Mi padre guardaba en la alacena de la sala grande un montón de achiperres.
Mi madre siempre intentó que desaparecieran pero, tras retirarlos un tiempo a un cajón viejo y medio roto, de madera de roble, en el cuarto de las patatas, regresaban a su lugar, en la alacena de la sala.
Allí había alicates viejos y oxidados pues se habían pasado algún tiempo en un agujero de la pared del corral, algún cuchillo sin mango y que desconozco por qué razón mi padre lo guardaba, dediles viejos de alguna manija, una lezna que solía tener uso cuando había que coser alguna coyunda y otros cuantos más.
Entre esos achiperres yo escondía una navaja que me había regalado el cabo Juan.
Con esa navaja me hacía bailarinas con los carretes de hilo de coser y alguna vez me arregló la peonza .
Mi madre siempre intentó saber dónde guardaba yo esa navaja, que le enseñaba a todos los afiladores gallegos que llegaban a la posada para que me la afilaran.
A cambio yo les buscaba clientas con tijeras para afilar y clientes con media docena de cuchillos de la matanza.
Cuando me marché a estudiar a San Martín de Trevejo quise llevarme la mi navaja, pero don Antonio, el cura párroco, me prohibió llevármela.
Allí se quedó, en la alacena, convertida en un achiperre más de los que había en casa.
Foto Google.com
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