" SE DICE QUE EL TRABAJO MATA, pero a mí es el trabajo el que me hace vivir "
Hoy he leído esa frase en un periódico dicha por una monja francesa fallecida a los 119 años.
- Si no puedo ir a los huertos con la azada al hombro, aunque a veces me sirve de bastón para descansar por el camino, me muero.
El tío Eugenio solía subir por la carretera de El Chapatal con un saco al hombro camino del prado que tenía cerca del cementerio, en el que desconozco lo que llevaba pero sí que a la vuelta traía yerbas recogidas por él y que servían de remedios caseros.
Un día le dije que dejara el saco en casa porque ya no podía con él.
Me replicó : En el saco llevo mi vida y mis recuerdos. Y mientras pueda llevarlo a los huertos y a los praos, estaré vivo.
Recuerdo a muchos " gatos " con la herrada camino del Tejar o de las Suertes para sacar el agua del pozo y regar un cantero de frejones.
Para ellos el trabajo era su vida. Un trabajo que un día fué tras el arado o delante del carro de vacas y que hoy era con la cayá y la herrada para regar.
Yo suscribo, en todas sus palabras, la frase.
Todas las mañanas madrugo para publicar algún artículo en el blog y que los seguidores de Pataloso puedan conocer las noticias del pueblo, si las hay.
A veces, las noticias me llegan por la tarde y aprovecho para publicarlas sin esperar a la mañana siguiente.
" El trabajo es salud " te decían las " gatas " viejas cuando te veían venir del huerto con un cesto y tres remolachas que " abultaban " más que tú, recordamos todos los " gatines ", o subir del río con una tajuela en la que traías dos pañuelos o unas medias, recuerdan las " gatinas ".
En Cereceda se decía " el tío Juan vive muchos años porque ha trabajao mucho desde niño ".
Foto pinterest.es
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